Si alguna vez has querido compartir archivos entre tu computadora con Ubuntu y otras máquinas en tu red —ya sea Windows, otra distro de Linux o incluso una Smart TV—, seguramente te has topado con Samba. Y si no, te lo presento: Samba es una herramienta que te permite crear carpetas compartidas en tu red local, como si tuvieras un mini servidor casero. Lo mejor es que no necesitas ser un experto para ponerlo a funcionar. Solo necesitas seguir unos pasos, tener algo de paciencia y listo: tu red va a estar más conectada que nunca.
¿Qué es Samba y por qué deberías usarlo?
Samba es una implementación libre del protocolo SMB/CIFS, que es el que usan los sistemas Windows para compartir archivos e impresoras en red. En otras palabras, te permite que una máquina con Linux se comunique con otras como si fuera parte del ecosistema Windows. Ideal si tienes una red mixta o simplemente quieres acceder a tus archivos desde cualquier dispositivo sin complicaciones.
Paso 1: instalar Samba en Ubuntu
Lo primero es tener Samba instalado. Si estás usando Ubuntu (cualquier versión reciente), abre una terminal y ejecuta este comando:
sudo apt update && sudo apt install samba
Eso va a instalar todo lo necesario. Cuando termine, puedes verificar que se haya instalado correctamente con:
smbd --version
Si te muestra un número de versión, ya estás listo para continuar.
Paso 2: crear una carpeta para compartir
Ahora toca decidir qué carpeta vas a compartir. Puede ser una carpeta nueva o una que ya tengas con archivos. Por ejemplo, vamos a crear una carpeta llamada compartido
en tu carpeta personal:
mkdir ~/compartido
Y le damos permisos para que otros puedan acceder:
chmod 777 ~/compartido
Sí, es un permiso abierto, pero para pruebas o uso doméstico está bien. Más adelante puedes ajustar eso si quieres más control.
Paso 3: configurar el archivo de Samba
El archivo de configuración de Samba está en /etc/samba/smb.conf
. Antes de tocarlo, siempre es buena idea hacer una copia de seguridad:
sudo cp /etc/samba/smb.conf /etc/samba/smb.conf.bak
Ahora sí, ábrelo con tu editor favorito (por ejemplo, nano):
sudo nano /etc/samba/smb.conf
Al final del archivo, agrega esto:
[Compartido]
path = /home/tu_usuario/compartido
browseable = yes
read only = no
guest ok = yes
Reemplaza tu_usuario
por tu nombre de usuario real. Esta configuración permite que cualquier dispositivo en la red vea y acceda a la carpeta sin necesidad de usuario ni contraseña. Ideal para empezar, aunque no es lo más seguro si estás en una red pública.
Guarda y cierra el archivo (en nano, es Ctrl + O
, luego Enter
, y después Ctrl + X
).
Paso 4: reiniciar el servicio de Samba
Cada vez que cambies la configuración, tienes que reiniciar el servicio para que los cambios se apliquen:
sudo systemctl restart smbd
Y si quieres asegurarte de que Samba se inicie automáticamente con el sistema:
sudo systemctl enable smbd
Paso 5: probar desde otra máquina
Ahora viene la parte divertida: probar si funciona. Desde una PC con Windows, abre el explorador de archivos y escribe en la barra de direcciones:
\\IP_DE_TU_UBUNTU
Por ejemplo:
\\192.168.1.100
Deberías ver la carpeta “Compartido” y poder acceder a ella. Si no sabes la IP de tu máquina Ubuntu, puedes averiguarla con:
ip a
Busca la que empieza con 192.168.
o 10.
(según tu red).
¿Y si quiero más seguridad?
Si no quieres que cualquiera acceda a tus archivos, puedes configurar Samba para que pida usuario y contraseña. Para eso, primero creas un usuario de Samba (puede ser el mismo que usas en Ubuntu):
sudo smbpasswd -a tu_usuario
Después, en la configuración del recurso compartido (smb.conf
), cambia guest ok = yes
por:
valid users = tu_usuario
Y listo. Ahora solo quienes tengan usuario y contraseña van a poder entrar.
Algunos extras útiles
- Si quieres ver qué recursos estás compartiendo, usa:
testparm
- Para ver los dispositivos conectados a tu servidor Samba:
sudo smbstatus
- Si quieres compartir una carpeta externa (por ejemplo, un disco duro montado), asegúrate de que el usuario
smbd
tenga permisos sobre esa carpeta.
¿Vale la pena usar Samba?
Definitivamente. Si tienes varios dispositivos en casa o en la oficina y quieres compartir archivos sin andar con memorias USB, Samba es una solución simple, rápida y muy útil. Además, funciona con casi todo: Windows, Linux, macOS, Android, Smart TVs… lo que sea.
Y lo mejor es que no necesitas montar un servidor gigante ni tener conocimientos avanzados. Con unos pocos comandos y algo de configuración, ya tienes tu propio servidor de archivos funcionando.
En resumen
Instalar y configurar Samba en Ubuntu no es complicado. Solo necesitas tener claro qué quieres compartir, ajustar un par de cosas en la configuración y listo. Puedes empezar con una configuración abierta para pruebas y después ir afinando los permisos según lo que necesites.
Así que si estabas buscando una forma práctica de compartir archivos en tu red local, ya la tienes. Y lo mejor: sin gastar dinero y usando herramientas que ya vienen con tu sistema.